Tiene 20 años y participó del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz que viajó a Corrientes a combatir los incendios: “Quería estar donde estaba”

En una entrevista exclusiva con PUNTO DE NOTICIAS, Alejandra Aguilar, integrante del cuartel de bomberos de la ciudad, cuenta cómo fue la experiencia en Santo Tomé durante los incendios en Corrientes, una tragedia ambiental que conmovió al país. “Estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito”, manifiesta

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Tiene 20 años y participó del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz que viajó a Corrientes a combatir los incendios: “Quería estar donde estaba”

En una entrevista exclusiva con PUNTO DE NOTICIAS, Alejandra Aguilar, integrante del cuartel de bomberos de la ciudad, cuenta cómo fue la experiencia en Santo Tomé durante los incendios en Corrientes, una tragedia ambiental que conmovió al país. “Estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito”, manifiesta

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Desde enero, Corrientes atraviesa la dramática problemática de los incendios. En la provincia mesopotámica, el fuego arrasó con bosques, selvas y humedales; como consecuencia, causó terribles daños en el ecosistema y cuantiosas pérdidas materiales. Hacia ese paisaje infernal, teñido de llamas, humo, cenizas y desolación, viajó Alejandra Aguilar, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz, quien la mañana del 18 de febrero arribó a la ciudad correntina de Monte Caseros para disponerse a luchar, por vocación, solidaridad y valentía, contra los voraces focos ígneos.

Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé
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Alejandra hace pocos días cumplió 20 años y es de Marcos Paz. Este año comienza a estudiar la carrera universitaria de Diseño de Indumentaria. “Todo lo que tiene que ver con el diseño me encanta”, afirma. Sobre sus gustos, también cuenta que desde pequeña fue “muy salvaje”. “De chica toda actividad que tenía que ver con actividad física me fascinaba”, describe. Fue esa faceta la que la llevó a querer sumarse a los Bomberos Voluntarios. “A mi papá lo volvía loco con que quería entrar. Él está en la comisión directiva hace más o menos 7 años y cuando se enteró que habían abierto la inscripción para femeninas a la Escuela de Cadetes no dudé un segundo”, relata.

Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

Fernando Gigena

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Tiene 20 años y participó del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz que viajó a Corrientes a combatir los incendios: “Quería estar donde estaba”

En una entrevista exclusiva con PUNTO DE NOTICIAS, Alejandra Aguilar, integrante del cuartel de bomberos de la ciudad, cuenta cómo fue la experiencia en Santo Tomé durante los incendios en Corrientes, una tragedia ambiental que conmovió al país. “Estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito”, manifiesta

Desde enero, Corrientes atraviesa la dramática problemática de los incendios. En la provincia mesopotámica, el fuego arrasó con bosques, selvas y humedales; como consecuencia, causó terribles daños en el ecosistema y cuantiosas pérdidas materiales. Hacia ese paisaje infernal, teñido de llamas, humo, cenizas y desolación, viajó Alejandra Aguilar, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz, quien la mañana del 18 de febrero arribó a la ciudad correntina de Monte Caseros para disponerse a luchar, por vocación, solidaridad y valentía, contra los voraces focos ígneos.

Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

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“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé

Alejandra hace pocos días cumplió 20 años y es de Marcos Paz. Este año comienza a estudiar la carrera universitaria de Diseño de Indumentaria. “Todo lo que tiene que ver con el diseño me encanta”, afirma. Sobre sus gustos, también cuenta que desde pequeña fue “muy salvaje”. “De chica toda actividad que tenía que ver con actividad física me fascinaba”, describe. Fue esa faceta la que la llevó a querer sumarse a los Bomberos Voluntarios. “A mi papá lo volvía loco con que quería entrar. Él está en la comisión directiva hace más o menos 7 años y cuando se enteró que habían abierto la inscripción para femeninas a la Escuela de Cadetes no dudé un segundo”, relata.

Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

Fernando Gigena

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Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

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Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

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Desde enero, Corrientes atraviesa la dramática problemática de los incendios. En la provincia mesopotámica, el fuego arrasó con bosques, selvas y humedales; como consecuencia, causó terribles daños en el ecosistema y cuantiosas pérdidas materiales. Hacia ese paisaje infernal, teñido de llamas, humo, cenizas y desolación, viajó Alejandra Aguilar, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz, quien la mañana del 18 de febrero arribó a la ciudad correntina de Monte Caseros para disponerse a luchar, por vocación, solidaridad y valentía, contra los voraces focos ígneos.

Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé
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Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

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Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé

Alejandra hace pocos días cumplió 20 años y es de Marcos Paz. Este año comienza a estudiar la carrera universitaria de Diseño de Indumentaria. “Todo lo que tiene que ver con el diseño me encanta”, afirma. Sobre sus gustos, también cuenta que desde pequeña fue “muy salvaje”. “De chica toda actividad que tenía que ver con actividad física me fascinaba”, describe. Fue esa faceta la que la llevó a querer sumarse a los Bomberos Voluntarios. “A mi papá lo volvía loco con que quería entrar. Él está en la comisión directiva hace más o menos 7 años y cuando se enteró que habían abierto la inscripción para femeninas a la Escuela de Cadetes no dudé un segundo”, relata.

Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

Fernando Gigena

Desde enero, Corrientes atraviesa la dramática problemática de los incendios. En la provincia mesopotámica, el fuego arrasó con bosques, selvas y humedales; como consecuencia, causó terribles daños en el ecosistema y cuantiosas pérdidas materiales. Hacia ese paisaje infernal, teñido de llamas, humo, cenizas y desolación, viajó Alejandra Aguilar, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz, quien la mañana del 18 de febrero arribó a la ciudad correntina de Monte Caseros para disponerse a luchar, por vocación, solidaridad y valentía, contra los voraces focos ígneos.

Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé
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Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

Fernando Gigena

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Tiene 20 años y participó del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz que viajó a Corrientes a combatir los incendios: “Quería estar donde estaba”

En una entrevista exclusiva con PUNTO DE NOTICIAS, Alejandra Aguilar, integrante del cuartel de bomberos de la ciudad, cuenta cómo fue la experiencia en Santo Tomé durante los incendios en Corrientes, una tragedia ambiental que conmovió al país. “Estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito”, manifiesta

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Fernando Gigena
Periodismo. Leer y escribir.

Desde enero, Corrientes atraviesa la dramática problemática de los incendios. En la provincia mesopotámica, el fuego arrasó con bosques, selvas y humedales; como consecuencia, causó terribles daños en el ecosistema y cuantiosas pérdidas materiales. Hacia ese paisaje infernal, teñido de llamas, humo, cenizas y desolación, viajó Alejandra Aguilar, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz, quien la mañana del 18 de febrero arribó a la ciudad correntina de Monte Caseros para disponerse a luchar, por vocación, solidaridad y valentía, contra los voraces focos ígneos.

Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé

Alejandra hace pocos días cumplió 20 años y es de Marcos Paz. Este año comienza a estudiar la carrera universitaria de Diseño de Indumentaria. “Todo lo que tiene que ver con el diseño me encanta”, afirma. Sobre sus gustos, también cuenta que desde pequeña fue “muy salvaje”. “De chica toda actividad que tenía que ver con actividad física me fascinaba”, describe. Fue esa faceta la que la llevó a querer sumarse a los Bomberos Voluntarios. “A mi papá lo volvía loco con que quería entrar. Él está en la comisión directiva hace más o menos 7 años y cuando se enteró que habían abierto la inscripción para femeninas a la Escuela de Cadetes no dudé un segundo”, relata.

Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

Fernando Gigena

Desde enero, Corrientes atraviesa la dramática problemática de los incendios. En la provincia mesopotámica, el fuego arrasó con bosques, selvas y humedales; como consecuencia, causó terribles daños en el ecosistema y cuantiosas pérdidas materiales. Hacia ese paisaje infernal, teñido de llamas, humo, cenizas y desolación, viajó Alejandra Aguilar, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Marcos Paz, quien la mañana del 18 de febrero arribó a la ciudad correntina de Monte Caseros para disponerse a luchar, por vocación, solidaridad y valentía, contra los voraces focos ígneos.

Una vez en la ciudad correntina, en un complejo de Infantería se realizó la organización. Marcos Paz conformó, junto a las localidades bonaerenses de Villa Moll, El Peligro y Luján, el Grupo 3, a cargo de Facundo Cavalieri, jefe de Bomberos de Villa Moll y director de Operaciones de la Región Centro. Aguilar describe a las personas que trabajaron junto a ella: “La verdad, un grupo espectacular”.

“De ahí nos derivaron a Santo Tomé, donde íbamos a trabajar. Llegar fue un desborde de emociones, tenía muchísimo miedo y es más: ¡me quería volver a mi casa!”, confiesa la joven en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. Pero ese temor pronto iba a desaparecer: Hasta que tuvimos la primera intervención y me di cuenta de que sí quería estar donde estaba”, asegura Alejandra.

“El viernes (18 de febrero), sábado y domingo estuvimos a full, fueron los días que más trabajamos. Arrancábamos a las 8 de la mañana y terminábamos a las 23 más o menos. Del comando nos mandaban de acá para allá y el trabajo que hacíamos era súper efectivo; por suerte, me tocó trabajar con gente que sabe un montón así que pude aprender muchísimo de todos”, relata Aguilar sobre sus primeros días en suelo correntino, mientras el fuego arrasaba con la zona, el tema era de primordial interés para la sociedad, y el gobernador Gustavo Valdés declaraba a la provincia en “desastre ambiental y ecológico”.

Alejandra Aguilar trabajando frente al triste paisaje de la ciudad correntina de Santo Tomé
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Alejandra hace pocos días cumplió 20 años y es de Marcos Paz. Este año comienza a estudiar la carrera universitaria de Diseño de Indumentaria. “Todo lo que tiene que ver con el diseño me encanta”, afirma. Sobre sus gustos, también cuenta que desde pequeña fue “muy salvaje”. “De chica toda actividad que tenía que ver con actividad física me fascinaba”, describe. Fue esa faceta la que la llevó a querer sumarse a los Bomberos Voluntarios. “A mi papá lo volvía loco con que quería entrar. Él está en la comisión directiva hace más o menos 7 años y cuando se enteró que habían abierto la inscripción para femeninas a la Escuela de Cadetes no dudé un segundo”, relata.

Finalmente, la joven ingresó en marzo de 2017 al cuartel con 15 años recién cumplidos, al poco tiempo de que la institución permita el ingreso de mujeres.

Consultada sobre cómo surgió viajar a los incendios en Corrientes, Alejandra explica: “El 16 de febrero el jefe de cuerpo envió al grupo de novedades que tenemos en WhatsApp un mensaje diciendo que había recibido una convocatoria de la Federación para ir a trabajar a Corrientes. Yo en ese momento estaba volviendo de Uruguay porque había ido a hacer unos trámites con mi viejo. ¡El mensaje a mí me llegó dos horas después! Y ya se habían postulado más o menos unos 5 o 6 compañeros, igual intenté y dije que yo también quería estar: debajo de mi mensaje seguían postulándose”.

Al poco tiempo, Aguilar iba a recibir la noticia que tanto esperaba y que sería el inicio del desenlace del notable destino que ella había elegido: ser parte de un grupo de personas heroicas que desinteresadamente viajaron cientos de kilómetros para exponerse a los peligros y riesgos del caótico contexto correntino con un único fin: ayudar al otro. “Al rato me manda por privado el jefe diciendo que le pase mis datos: ¡estaba que me moría de la felicidad! La verdad no sé qué filtro utilizaron para que vayamos los que fuimos, pero súper agradecida de que me hayan elegido, se me caían las lágrimas”, expresa.

El 17 de febrero al mediodía, los bomberos convocados se reunieron en el cuartel de Marcos Paz. Luego, se encontraron con otros cuarteles en Moreno, y de allí viajaron en caravana hasta Zárate. En la madrugada del 18, partieron hacia Corrientes, la provincia bajo fuego. Allí permanecerían batallando contra las llamas hasta el jueves 24 de febrero.

De acuerdo al informe realizado la semana pasada por el INTA Corrientes, 934.238 hectáreas fueron arrasadas por los incendios, lo que muestra que el 11 % de superficie de la provincia fue afectada por el fuego, y las pérdidas en el sistema productivo se estiman por más de $26.000 millones.

Actualmente, el fuego se encuentra controlado. Según el informe diario publicado este martes por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios en Corrientes solo permanecían activos en la capital de la provincia. El organismo además informó que otros nueve focos se encuentran “contenidos” o “controlados”, y que los focos en Santo Tomé están “extinguidos”.

Para finalizar, Aguilar cuenta qué le dejó esta experiencia tan significativa como extrema. “La verdad lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida de haber podido aportar mi granito y de haber conocido gente tan maravillosa, tanto camaradas como lugareños”, dice. “Me fui con amigos nuevos”, agrega.

“El compañerismo del grupo es lo que más destaco. Reímos, lloramos, trabajamos, compartimos, nos apoyamos… de otro nivel”, expresa y finaliza.

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