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Crimen en Zárate: mató a su hijastra por “celos”

Crimen en Zárate: mató a su hijastra por “celos”

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo

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Morena Nazareth Lavin Vergara (13) fue encontrada muerta este martes en su casa en Zárate, luego de que su madrastra María Ludueña llamara al 911 diciendo que la nena no respiraba. Finalmente, la mujer confesó que la había matado.

“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

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A su vez, en la audiencia declaró que no estuvo presente al momento del crimen, porque se había ido de su casa al trabajo a las 5 horas y llegó luego del arribo de la Policía y la ambulancia.

Fuentes judiciales sostienen que la mujer no parece mentir y que la declaración que hizo hace cuadrar el caso. Ludueña continuará detenida en la cárcel de mujeres de Los Hornos y su pareja en una comisaría de Campana.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

En un primer momento, el médico que atendió a Morena no descartó que haya fallecido por tomar pastillas. Pero después de la autopsia, que comprobó los abusos, se desacreditó esa hipótesis

Crimen en Zárate: mató a su hijastra por “celos”

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo

Morena Nazareth Lavin Vergara (13) fue encontrada muerta este martes en su casa en Zárate, luego de que su madrastra María Ludueña llamara al 911 diciendo que la nena no respiraba. Finalmente, la mujer confesó que la había matado.

“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

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El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

A su vez, en la audiencia declaró que no estuvo presente al momento del crimen, porque se había ido de su casa al trabajo a las 5 horas y llegó luego del arribo de la Policía y la ambulancia.

Fuentes judiciales sostienen que la mujer no parece mentir y que la declaración que hizo hace cuadrar el caso. Ludueña continuará detenida en la cárcel de mujeres de Los Hornos y su pareja en una comisaría de Campana.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

En un primer momento, el médico que atendió a Morena no descartó que haya fallecido por tomar pastillas. Pero después de la autopsia, que comprobó los abusos, se desacreditó esa hipótesis

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“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

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La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

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Morena Nazareth Lavin Vergara (13) fue encontrada muerta este martes en su casa en Zárate, luego de que su madrastra María Ludueña llamara al 911 diciendo que la nena no respiraba. Finalmente, la mujer confesó que la había matado.

“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

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Fuentes judiciales sostienen que la mujer no parece mentir y que la declaración que hizo hace cuadrar el caso. Ludueña continuará detenida en la cárcel de mujeres de Los Hornos y su pareja en una comisaría de Campana.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

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Crimen en Zárate: mató a su hijastra por “celos”

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo

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Fernando Gigena
Periodismo. Leer y escribir.

Morena Nazareth Lavin Vergara (13) fue encontrada muerta este martes en su casa en Zárate, luego de que su madrastra María Ludueña llamara al 911 diciendo que la nena no respiraba. Finalmente, la mujer confesó que la había matado.

“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

A su vez, en la audiencia declaró que no estuvo presente al momento del crimen, porque se había ido de su casa al trabajo a las 5 horas y llegó luego del arribo de la Policía y la ambulancia.

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La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

En un primer momento, el médico que atendió a Morena no descartó que haya fallecido por tomar pastillas. Pero después de la autopsia, que comprobó los abusos, se desacreditó esa hipótesis

Morena Nazareth Lavin Vergara (13) fue encontrada muerta este martes en su casa en Zárate, luego de que su madrastra María Ludueña llamara al 911 diciendo que la nena no respiraba. Finalmente, la mujer confesó que la había matado.

“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

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La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

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“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

A su vez, en la audiencia declaró que no estuvo presente al momento del crimen, porque se había ido de su casa al trabajo a las 5 horas y llegó luego del arribo de la Policía y la ambulancia.

Fuentes judiciales sostienen que la mujer no parece mentir y que la declaración que hizo hace cuadrar el caso. Ludueña continuará detenida en la cárcel de mujeres de Los Hornos y su pareja en una comisaría de Campana.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

Un caso de terror

“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

En un primer momento, el médico que atendió a Morena no descartó que haya fallecido por tomar pastillas. Pero después de la autopsia, que comprobó los abusos, se desacreditó esa hipótesis

Morena Nazareth Lavin Vergara (13) fue encontrada muerta este martes en su casa en Zárate, luego de que su madrastra María Ludueña llamara al 911 diciendo que la nena no respiraba. Finalmente, la mujer confesó que la había matado.

“La detenida le pegó tanto que la adolescente terminó con hemorragia y politraumatismos”, explicó una fuente judicial del caso.

La madrastra de la adolescente asesinada confesó este viernes que se le “fue la mano” al golpearla con un palo. La mujer dijo a la policía que tenía “celos” debido a un supuesto trato distinto del hombre hacia otra hija que la pareja tiene en común.

El papá de la víctima, Pablo Ramón Lavin (42), declaró también este viernes. Confirmó que cuando llegó a su casa ubicada en la calle 16 al 100, en Lima, una localidad en el norte bonaerense, su pareja le dijo que le había introducido a Morena un palo en la zona baja. Por eso, la autopsia comprobó signos compatibles con una violación.

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La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate, a cargo de Alberto Gutierres, tiene 30 días para resolver la situación de la pareja.

Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).
Pablo Ramón Lavin y María Delia Ludueña, padre y madrastra de la menor. (Foto: Facebook/Rodolfo Guayan).

Tras la confesión, a los detenidos por el crimen se les mantuvo la acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora, respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género” por el abuso sexual con acceso carnal, “realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad”.

Entre las nuevas medidas de prueba ya fueron solicitados informes a la sala de primeros auxilios de Lima, la escuela N°18 donde asistía Morena, la Clínica Privada del Carmen y el Hospital de Zárate.

Este jueves, una pericia halló fluidos humanos y rastros genéticos en la cama de la víctima. La Justicia dispuso el secuestro del colchón para hacer un análisis más exhaustivo. Aunque investigadores del caso reconocen que lleva mucho tiempo definir qué fluidos podrían ser.

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“La nena no puede respirar”, le dijo Ludueña al 911 sobre la situación de Morena. Tras el llamado, una ambulancia del Sistema de Emergencias Municipal (SEMU) de Zárate llegó a la vivienda y encontró a la víctima con golpes, cortes y quemaduras en distintas partes de su cuerpo, por lo que por protocolo se dio aviso a la Policía

Efectivos de la comisaría 2da. arribaron ese martes a la casa y la madrastra les aseguró que Morena “tenía trastornos psicológicos” y que “se lastimaba”. A su vez, sostuvo que ese día había sufrido un brote violento luego de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su mamá. Hacía siete meses la adolescente vivía con el padre porque la madre tiene cáncer.

“La mujer decía que la adolescente se había quemado con una olla de agua caliente y el padre que había sido con una estufa. Cada lesión que poseía el cuerpo que tenía no coincidía con lo que decía uno y el otro”, explicó un investigador.

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