Los datos del Observatorio social de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre el impacto del COVID-19 en el bienestar urbano que se presentan oficialmente hoy son elocuentes, como consecuencia de la pandemia si no hubiera mediado la asistencia social del Estado el nivel de pobreza en la Argentina habría alcanzado el 52% y la indigencia el 25%. Además el trabajo sostiene que la pobreza por ingresos subió por tercer año consecutivo siendo de 33,6% en el 2018; 39,8% en el 2018 y del 44,7% en 2020.
Cabe destacar que los datos de la UCA son a octubre del año pasado y se diferencian así del 42% de pobreza que informó el Indec como dato final del 2020
El informe señala además que en el año 2020 se registró un récord en la cantidad de población alcanzada por la asistencia social del Estado que llegó al 55,4% en términos generales, cifra que es aún más abrumadora para la población en situación de pobreza ya que impactó sobre el 79,7% de ese segmento de la población.
Según la UCA a partir de ejercicios de simulación si no hubiera existido esta asistencia estatal en 2020 la pobreza por ingresos habría llegado al 52% mientras que la indigencia alcanzaría al 25% de la población.
Respecto de la situación de pobreza el informe señala que se configura una coyuntura crítica apuntalada por: a) las vicisitudes de casi una década de estancamiento seguido por recesión, previos al advenimiento de la pandemia; y b) el retroceso abrupto de los ingresos de los hogares en el marco de la crisis sanitaria y las medidas de aislamiento social preventivo dispuesta.
El trabajo sostiene que: “La situación económica de los últimos años llevó los niveles de pobreza multidimensional a los puntos más altos de la década en 2018 y posteriormente en 2019. En 2020, como consecuencia de la crisis producto de la pandemia esta tendencia se profundizó alcanzando al 42% de la población. Esta evolución se explica por el fuerte impacto que tuvieron las medidas restrictivas sobre una economía con la trayectoria estancada y recesiva de los últimos años. Los efectos sobre el mercado de trabajo impactaron fuertemente en el ingreso de los hogares, particularmente de los más vulnerables en términos de sus inserciones laborales, llevando al incremento de la inseguridad alimentaria severa respecto a 2019″.
Con información de Noticias Argentinas