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Cuatro meses de la desaparición de Roberto Ángel Espinosa: “Estamos agotados y solos”

Cuatro meses de la desaparición de Roberto Ángel Espinosa: “Estamos agotados y solos”

Desde hace doce semanas, nada se sabe del hombre, y la familia denuncia "abandono" del caso por parte de las autoridades

Desde hace doce semanas, nada se sabe del hombre, y la familia denuncia "abandono" del caso por parte de las autoridades

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Hoy se cumple otro mes desde que el hombre de 74 años fue visto por última vez. La noche del viernes 18 de diciembre alrededor de las 20:30 Roberto fue a comprar fiambre al quiosco de una vecina, se estima que comió en su casa ubicada en Corrientes y esquina Viena, en Marcos Paz. Un poco más tarde, Espinosa salió de su vivienda. Un familiar lo vio cruzar en bicicleta por la calle y le dijo: “viejo, ¿a dónde vas?”. “Voy a dar una vuelta porque estoy aburrido”, respondió. Esa iba a ser la última vez que se iba a saber algo sobre él, desde entonces, nada se conoce del paradero de Roberto. La familia expresa que sienten que el caso está “abandonado” y que no saben “qué más hacer”.

“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

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Roberto mide 1,70, tiene tez blanca y es calvo, vestía un short gris, una remera o camisa clara, tenía una pulserita de hilo Boca Juniors, una cinta roja, y calzaba unas ojotas. Sufre de artrosis y es diabético, pero de su salud mental está bien y hacía poco había vuelto a andar en bicicleta, con la que solía dirigirse a hacer mandados en su barrio, donde es conocido por todos. Si lo viste o tenés información, comunicate al 911 o al 011-15-27642014.

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Cuatro meses de la desaparición de Roberto Ángel Espinosa: “Estamos agotados y solos”

Desde hace doce semanas, nada se sabe del hombre, y la familia denuncia "abandono" del caso por parte de las autoridades

Hoy se cumple otro mes desde que el hombre de 74 años fue visto por última vez. La noche del viernes 18 de diciembre alrededor de las 20:30 Roberto fue a comprar fiambre al quiosco de una vecina, se estima que comió en su casa ubicada en Corrientes y esquina Viena, en Marcos Paz. Un poco más tarde, Espinosa salió de su vivienda. Un familiar lo vio cruzar en bicicleta por la calle y le dijo: “viejo, ¿a dónde vas?”. “Voy a dar una vuelta porque estoy aburrido”, respondió. Esa iba a ser la última vez que se iba a saber algo sobre él, desde entonces, nada se conoce del paradero de Roberto. La familia expresa que sienten que el caso está “abandonado” y que no saben “qué más hacer”.

“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

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El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

Roberto mide 1,70, tiene tez blanca y es calvo, vestía un short gris, una remera o camisa clara, tenía una pulserita de hilo Boca Juniors, una cinta roja, y calzaba unas ojotas. Sufre de artrosis y es diabético, pero de su salud mental está bien y hacía poco había vuelto a andar en bicicleta, con la que solía dirigirse a hacer mandados en su barrio, donde es conocido por todos. Si lo viste o tenés información, comunicate al 911 o al 011-15-27642014.

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“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

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Roberto mide 1,70, tiene tez blanca y es calvo, vestía un short gris, una remera o camisa clara, tenía una pulserita de hilo Boca Juniors, una cinta roja, y calzaba unas ojotas. Sufre de artrosis y es diabético, pero de su salud mental está bien y hacía poco había vuelto a andar en bicicleta, con la que solía dirigirse a hacer mandados en su barrio, donde es conocido por todos. Si lo viste o tenés información, comunicate al 911 o al 011-15-27642014.

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“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

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“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

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“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

Roberto mide 1,70, tiene tez blanca y es calvo, vestía un short gris, una remera o camisa clara, tenía una pulserita de hilo Boca Juniors, una cinta roja, y calzaba unas ojotas. Sufre de artrosis y es diabético, pero de su salud mental está bien y hacía poco había vuelto a andar en bicicleta, con la que solía dirigirse a hacer mandados en su barrio, donde es conocido por todos. Si lo viste o tenés información, comunicate al 911 o al 011-15-27642014.

Hoy se cumple otro mes desde que el hombre de 74 años fue visto por última vez. La noche del viernes 18 de diciembre alrededor de las 20:30 Roberto fue a comprar fiambre al quiosco de una vecina, se estima que comió en su casa ubicada en Corrientes y esquina Viena, en Marcos Paz. Un poco más tarde, Espinosa salió de su vivienda. Un familiar lo vio cruzar en bicicleta por la calle y le dijo: “viejo, ¿a dónde vas?”. “Voy a dar una vuelta porque estoy aburrido”, respondió. Esa iba a ser la última vez que se iba a saber algo sobre él, desde entonces, nada se conoce del paradero de Roberto. La familia expresa que sienten que el caso está “abandonado” y que no saben “qué más hacer”.

“La seguimos como podemos”, dice Joana Viera Fernández, hija de Roberto, en diálogo con PUNTO DE NOTICIAS. “Cansada de cuerpo y cabeza”, se describe. En estas 16 semanas de incertidumbre, ella nunca perdió la esperanza, pero le inquieta la salud de su padre. “Cuatro meses sin mi papá. Sigo pensando que está con alguien: quiero creer que alguien lo está ayudando”, dice. Roberto sufre de artrosis y es diabético, Joana piensa que si está o estuvo con alguien en algún momento tuvo haberse quedado sin medicación, descompensarse y debió haber sido llevado a un hospital.

Justamente, en hospitales fue donde se focalizó la búsqueda polical en los últimos meses. También en morgues. Aunque su hija sostiene que “debería haberse hecho desde un principio, y no se hizo”. Hasta el momento, cuatro rastrillajes dentro del partido de Marcos Paz fueron realizados por la policía en su búsqueda, ninguno se extendió más allá de la ciudad. La policía le confirmó a Joana que iban a haber más, pero, al menos en las últimas 8 semanas, no se hizo ninguno.

El caso sigue sin novedades y sin ninguna pista. La hija cuenta que recibe mensajes y fotos de gente que cree haber visto a su papá, pero ninguna de las supuestas personas es Roberto. Ella sale los domingos a buscarlo o a volantear para que “se siga viendo la cara de él”. Asegura que se dirigió a la municipalidad, pero nunca fue recibida por el Intendente. Intentó llegar a los grandes medios de comunicación, pero no pudo. A cuatro meses de la desaparición, el caso sigue siendo una gran incógnita. No hay certezas, solo dudas, y Roberto sigue sin aparecer.

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