El presidente del país asiático, Moon Jae-in, prometió cancelar nuevos proyectos nucleares, no extender la vida de viejos reactores y cerrar diez centrales de carbón.

Lo hizo este lunes en una ceremonia realizada en la ciudad coreana de Busan, por el cierre permanente del reactor nuclear más viejo del país, el Kori-1, que operó por más de 40 años. “El anuncio de Moon es una respuesta clara a las demandas de los surcoreanos, que exigieron una transición energética durante mucho tiempo. Es un día histórico y marca el primer paso hacia una democracia energética”, dijo Daul Jang, miembro de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace Asia del Este.
Se trata de un cambio global significativo para esa república, que es una de las principales productoras nucleares del mundo.
El mandatario aseguró que se centrará en el desarrollo de las energías eólica y solar, y definió a las energías renovables como “el nuevo motor del crecimiento”.
El anuncio de Moon también contribuye a que Corea del Sur cumpla su meta climática del 37% para 2030, como se indica en el Acuerdo de París. El viernes, en la reunión del Banco de Inversiones asiáticas, Moon mencionó un objetivo de 20% de energía renovable para 2030.